Delicada mano con flor y Ángel |
Figuras asiáticas |
Las niñas y yo jugabamos a los cromos de varias maneras, cada una apostaba cierta cantidad de cromos que poniamos en un montoncito unos encima de otros, los doblábamos por la mitad, los poníamos en cualquier superficie plana, y, con la mano ahuecada dábamos un golpe seco en el suelo, mesa, etc. y con el aire que producía ese golpe seco se volteaban los cromos. Ganábamos los que mostraban su parte blanca, osea el reverso de los cromos.
Mariposas y flores
Había otras muchas formas de jugar con ellos. Una de ellas era buscar una altura para echarlos al suelo. Podía ser contra una pared, el filo de una mesa, silla el borde de un pozo de los que solían haber en las fincas antiguas donde vivíamos, etc. Siempre cuando caían mostrando su parte blanca los ganábamos. Era una alegría bulliciosa la que teníamos al ganarlos, era una fiesta para quién ganara.
Parejas en barca y frutas |
Son recuerdos entrañables que me acompañarán siempre... Lo más tierno de esos recuerdos eran las llantinas y rabietas que cogía cuando perdía mis queridos y preciosos cromos. Todos y cada uno de ellos eran muy especiales para mi porque quién me los compraba era mi madre.
Me traslado a esos tiempos infantiles en los que jugaba con las niñas en el patio de mi casa y no puedo evitar una sonrisa...¡Dulce, inocente, y bendita infancia!.
Cromo con atracciones del circo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario